De este modo, se favorecerá en estos casos la celebración de la Palabra que alimente la fe de los creyentes, evitando, sin embargo, que ésta se confunda con las celebraciones eucarísticas; es más, «deberían ser ocasiones privilegiadas para pedir a Dios que mande sacerdotes santos según su corazón». Mt 25,31-46). Ef 1,10). ap. Que sean introducidos a la Sagrada Escritura y su correcta interpretación; a la teología del Antiguo y del Nuevo Testamento; a la interrelación entre Escritura y Tradición; al uso de la Escritura en la predicación, en la catequesis y, en general, en la actividad pastoral. Por el contrario, es necesario que se le dé el espacio que le corresponde. Feliz día, amor. El Sínodo ha encomendado que se ayude concretamente a los seminaristas a ver la relación entre el estudio bíblico y el orar con la Escritura. [340], Anuncio de la Palabra de Dios y los jóvenes, 104. Felicidades, cariño, ¡Esperamos que te gusten tus regalos! Una alegría profunda que brota del corazón mismo de la vida trinitaria y que se nos comunica en el Hijo. A pesar de que seas mi hermana menor, siento que me proteges y me cuidas como si fueses tú la mayor. Es preciso también que, desde el punto de vista teológico, se profundice en la articulación de los diferentes significados de esta expresión, para que resplandezca mejor la unidad del plan divino y el puesto central que ocupa en él la persona de Cristo.[21]. [217] «Por la Palabra de Dios el cristiano es iluminado en el conocimiento de sus pecados y es llamado a la conversión y a la confianza en la misericordia de Dios». [211] El predicador tiene que «ser el primero en dejarse interpelar por la Palabra de Dios que anuncia»,[212] porque, como dice san Agustín: «Pierde tiempo predicando exteriormente la Palabra de Dios quien no es oyente de ella en su interior». En esa perspectiva, expreso el deseo de que la investigación en este campo pueda progresar y dar frutos para la ciencia bíblica y la vida espiritual de los fieles. II, Const. Con ello, los Padres sinodales han seguido la línea de lo que afirma la Constitución dogmática Dei Verbum: «Todos los fieles... acudan de buena gana al texto mismo: en la liturgia, tan llena del lenguaje de Dios; en la lectura espiritual, o bien en otras instituciones u otros medios, que para dicho fin se organizan hoy por todas partes con aprobación o por iniciativa de los Pastores de la Iglesia. Si la inculturación de la Palabra de Dios es parte imprescindible de la misión de la Iglesia en el mundo, un momento decisivo de este proceso es la difusión de la Biblia a través del valioso trabajo de su traducción en las diferentes lenguas. De esto depende la credibilidad misma del anuncio. Nos corresponde a nosotros la responsabilidad de transmitir lo que, a su vez, hemos recibido por gracia. Así, la argumentación basada en textos del Antiguo Testamento constituye para el Nuevo Testamento un valor decisivo, superior al de los simples razonamientos humanos. Llevo varios días pensando en qué decirte por tu cumpleaños, pero creo que entre nosotras las palabras sobran, así que, simplemente, feliz cumpleaños, amiga mía. En este contexto, deseo subrayar lo que el Sínodo ha recomendado sobre el cometido de las mujeres respecto a la Palabra de Dios. A este respecto, se ha de tener presente ante todo que la revelación bíblica está arraigada profundamente en la historia. Que por caridad. El Verbo ya existía antes de la creación. Volvemos así a la Primera carta de san Juan. Pueden adquirir esta formación en la escuela de las grandes espiritualidades eclesiales, en cuya raíz está siempre la Sagrada Escritura. Con él, efectivamente, la fe adquiere la forma del encuentro con una Persona a la que se confía la propia vida. Summi Dei Verbum (4 noviembre 1963): AAS 55 (1963), 979-995; Id, Motu proprio Sedula cura (27 junio 1971): AAS 63 (1971), 665-669; Juan Pablo II, Audiencia General (1 mayo 1985): L’Osservatore Romano, ed. Muchas felicidades. “Ven, Señor Jesús”» (Ap 22,17.20). Sacrosanctum Concilium, sobre la sagrada liturgia, 7. La Iglesia no puede limitarse en modo alguno a una pastoral de «mantenimiento» para los que ya conocen el Evangelio de Cristo. Mensaje para Jornada Mundial de la Paz 2009: L’Osservatore Romano, ed. En cierto sentido, la hermenéutica de la fe respecto a la Sagrada Escritura debe tener siempre como punto de referencia la liturgia, en la que se celebra la Palabra de Dios como palabra actual y viva: «En la liturgia, la Iglesia sigue fielmente el mismo sistema que usó Cristo con la lectura e interpretación de las Sagradas Escrituras, puesto que Él exhorta a profundizar el conjunto de las Escrituras partiendo del “hoy” de su acontecimiento personal».[186]. Además, el mismo Nuevo Testamento se declara conforme al Antiguo Testamento, y proclama que en el misterio de la vida, muerte y resurrección de Cristo las Sagradas Escrituras del pueblo judío han encontrado su perfecto cumplimiento. «Cuando Dios revela, el hombre tiene que “someterse con la fe” (cf. «Conviene, por tanto, tener siempre en cuenta que la Palabra de Dios leída y anunciada por la Iglesia en la liturgia conduce, por decirlo así, al sacrificio de la alianza y al banquete de la gracia, es decir, a la Eucaristía, como a su fin propio». Cuando la Iglesia anuncia la Palabra de Dios, sabe que se ha de favorecer un «círculo virtuoso» entre la pobreza «que conviene elegir» y la pobreza «que es preciso combatir», redescubriendo «la sobriedad y la solidaridad, como valores evangélicos y al mismo tiempo universales… Esto implica opciones de justicia y de sobriedad». Hoy quiero darte las gracias y desearte un muy feliz cumpleaños. Deseo reiterar una vez más lo importante que es para la Iglesia el diálogo con los judíos. Cuando nos aleja de Él, entonces no procede ciertamente del Espíritu Santo, que nos guía hacia el Evangelio y no hacia fuera. En esta perspectiva, se entiende la invitación del Sínodo a todos los cristianos para que profundicen su relación con la Palabra de Dios en cuanto bautizados, pero también en cuanto llamados a vivir según los diversos estados de vida. dogm. [128] Sigue siendo para nosotros una guía segura lo que decía Hugo de San Víctor: «Toda la divina Escritura es un solo libro y este libro es Cristo, porque toda la Escritura habla de Cristo y se cumple en Cristo». Por ello, se entiende la atención que se ha dado en el Sínodo al tema de la homilía. ¡Felicidades! Ap 21,5). Dei Verbum, sobre la divina revelación, 24. Si bien la Eucaristía está sin duda en el centro de la relación entre Palabra de Dios y sacramentos, conviene subrayar, sin embargo, la importancia de la Sagrada Escritura también en los demás sacramentos, especialmente en los de curación, esto es, el sacramento de la Reconciliación o de la Penitencia, y el sacramento de la Unción de los enfermos. Jr 20,7-18). 1 P 3,15). Con esta Exhortación apostólica postsinodal, deseo que los resultados del Sínodo influyan eficazmente en la vida de la Iglesia, en la relación personal con las Sagradas Escrituras, en su interpretación en la liturgia y en la catequesis, así como en la investigación científica, para que la Biblia no quede como una Palabra del pasado, sino como algo vivo y actual. Y esa palabra es el Evangelio que os anunciamos» (1 P 1,25: cf.Is 40,8). [198] Cf. Dios ha pronunciado su palabra eterna de un modo humano; su Verbo «se hizo carne» (Jn1,14). En el contexto actual, es necesario más que nunca redescubrir la Palabra de Dios como fuente de reconciliación y paz, porque en ella Dios reconcilia en sí todas las cosas (cf. ¡Disfruta de este día único! Con su pasión y muerte asumió y transformó hasta el fondo nuestra debilidad». San Ambrosio nos recuerda que todo cristiano que cree, concibe en cierto sentido y engendra al Verbo de Dios en sí mismo: si, en cuanto a la carne, sólo existe una Madre de Cristo, en cuanto a la fe, en cambio, Cristo es el fruto de todos. La consideración de la realidad como obra de la santísima Trinidad a través del Verbo divino, nos permite comprender las palabras del autor de la Carta a los Hebreos: «En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. En relación con la Palabra de Dios, la santidad se inscribe así, en cierto modo, en la tradición profética, en la que la Palabra de Dios toma a su servicio la vida misma del profeta. Evítese fomentar un concepto de investigación científica que se considere neutral respecto a la Escritura. Es cierto que no hace demasiado tiempo que nos conocemos, pero también es verdad que parece una eternidad. El Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios, 4. Conc. [59], 18. En la Carta a Gregorio, el gran teólogo alejandrino recomienda: «Dedícate a la lectio de las divinas Escrituras; aplícate a esto con perseverancia. This paper. [6] Conc. La Palabra de Dios nos hace estar atentos a la historia y a todo lo nuevo que brota en ella. [309] Cuanto más dirigimos la mirada y el corazón a la Jerusalén terrenal, más se inflama en nosotros tanto el deseo de la Jerusalén celestial, verdadera meta de toda peregrinación, como la pasión de que el nombre de Jesús, el único que puede salvar, sea reconocido por todos (cf. [247], Encontrar la Palabra de Dios en la Sagrada Escritura, 72. Estamos verdaderamente llamados por gracia a conformarnos con Cristo, el Hijo del Padre, y a ser transformados en Él. Cuanto más sepamos ponernos a disposición de la Palabra divina, tanto más podremos constatar que el misterio de Pentecostés está vivo también hoy en la Iglesia de Dios. [237], d) La Palabra de Dios en el templo cristiano, 68. Además, la palabra predicada por los apóstoles, obedeciendo al mandato de Jesús resucitado: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16,15), es Palabra de Dios. Ciertamente, no es una tarea directa de la Iglesia el crear una sociedad más justa, aunque le corresponde el derecho y el deber de intervenir sobre las cuestiones éticas y morales que conciernen al bien de las personas y los pueblos. La Tierra Santa sigue siendo todavía hoy meta de peregrinación del pueblo cristiano, como gesto de oración y penitencia, como atestiguan ya en la antigüedad autores como san Jerónimo. Ordenación General del Misal Romano, 57. Quisiera referirme aquí, en particular, a la vida del apóstol Pablo, un hombre poseído enteramente por el Señor (cf. [302] Cf. II, Decr. San Jerónimo, gran enamorado de la Palabra de Dios, se preguntaba: «¿Cómo se podría vivir sin la ciencia de las Escrituras, mediante las cuales se aprende a conocer a Cristo mismo, que es la vida de los creyentes?». 10, ad 1. Dei Verbum, sobre la divina revelación, 4. La narra san Juan, testigo ocular: «Y hemos contemplado su gloria; gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad» (Jn1,14b). La buena semilla son los ciudadanos del Reino» (13,38). [315] Ningún creyente en Cristo puede sentirse ajeno a esta responsabilidad que proviene de su pertenencia sacramental al Cuerpo de Cristo. Te has convertido en toda una mujer y apenas nos hemos dado cuenta. Recordemos las palabras de santa Isabel: «Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá» (Lc 1,45). Mt 18,20). En efecto, el «literalismo» propugnado por la lectura fundamentalista, representa en realidad una traición, tanto del sentido literal como espiritual, abriendo el camino a instrumentalizaciones de diversa índole, como, por ejemplo, la difusión de interpretaciones antieclesiales de las mismas Escrituras. 1 Co 2,5), y seguir defendiendo proféticamente el derecho y la libertad de las personas de escuchar la Palabra de Dios, buscando los medios más eficaces para proclamarla, incluso con riesgo de sufrir persecución. Por eso, la misma Sagrada Escritura nos invita a conocer al Creador observando la creación (cf. Jn 6,68). [274] Cf. 62. [258] Cf. Por eso quiero desearte un muy feliz cumpleaños. Es una ayuda que se ofrece pero que no es obligatorio usarla. A este respecto, se ha de prestar atención al apostolado bíblico, un método muy válido para esta finalidad, como demuestra la experiencia eclesial. II, Decr. 22. y a pesar de todo ello. En esta perspectiva, recomiendo que el estudio de la Palabra de Dios, escrita y transmitida, se haga siempre con un profundo espíritu eclesial, teniendo debidamente en cuenta en la formación académica las intervenciones del Magisterio sobre estos temas, «que no está por encima de la Palabra de Dios, sino a su servicio, para enseñar puramente lo transmitido, pues por mandato divino, y con la asistencia del Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente, lo explica fielmente». [351], Palabra de Dios y salvaguardia de la Creación, 108. Por una parte, se necesita una fe que, manteniendo una relación adecuada con la recta razón, nunca degenere en fideísmo, el cual, por lo que se refiere a la Escritura, llevaría a lecturas fundamentalistas. [41] En efecto, como han recordado los Padres durante el Sínodo, la «especificidad del cristianismo se manifiesta en el acontecimiento Jesucristo, culmen de la Revelación, cumplimiento de las promesas de Dios y mediador del encuentro entre el hombre y Dios. 44. [171] Santa Teresa del Niño Jesús encuentra el Amor como su vocación personal al escudriñar las Escrituras, en particular en los capítulos 12 y 13 de la Primera carta a los Corintios;[172] esta misma santa describe el atractivo de las Escrituras: «En cuanto pongo la mirada en el Evangelio, respiro de inmediato los perfumes de la vida de Jesús y sé de qué parte correr». [206] Cf. La creación nace del Logos y lleva la marca imborrable de la Razón creadora que ordena y guía. "Ha vivido conmigo durante nueve años. Palabra de Dios y compromiso por la justicia en la sociedad, 100. Por otra parte, es precisamente la fe de la Iglesia quien reconoce en la Biblia la Palabra de Dios; como dice admirablemente san Agustín: «No creería en el Evangelio si no me moviera la autoridad de la Iglesia católica». En este sentido, el Sínodo ha invitado a un particular esfuerzo pastoral para resaltar el puesto central de la Palabra de Dios en la vida eclesial, recomendando «incrementar la “pastoral bíblica”, no en yuxtaposición con otras formas de pastoral, sino como animación bíblica de toda la pastoral». Pero sólo salió la voz:-¿Cuál hombre? Por tanto, deseo elevar a Dios con toda la Iglesia un himno de alabanza por el testimonio de muchos hermanos y hermanas que también en nuestro tiempo han dado la vida para comunicar la verdad del amor de Dios, que se nos ha revelado en Cristo crucificado y resucitado. 85. C. Vallejo Jimenez. Y que los espacios sagrados, también fuera de la acción litúrgica, sean elocuentes, presentando el misterio cristiano en relación con la Palabra de Dios». En esta perspectiva, los Padres han reconocido con alegría el crecimiento del estudio de la Palabra de Dios en la Iglesia a lo largo de los últimos decenios, y han expresado un vivo agradecimiento a los numerosos exegetas y teólogos que con su dedicación, empeño y competencia han contribuido esencialmente, y continúan haciéndolo, a la profundización del sentido de las Escrituras, afrontando los problemas complejos que en nuestros días se presentan a la investigación bíblica. Desde el ambón se proclaman las lecturas, el salmo responsorial y el pregón pascual; pueden hacerse también desde él la homilía y las intenciones de la oración universal. Desarrollo de la investigación bíblica y Magisterio eclesial, 32. Estos relatos muestran cómo la Escritura misma ayuda a percibir su unión indisoluble con la Eucaristía. 8. [268] Y, puesto que Cristo mismo es la Palabra de Dios hecha carne (Jn 1,14), es «la Verdad» (Jn 14,6), la plegaria de Jesús al Padre, «santifícalos en la verdad», quiere decir en el sentido más profundo: «Hazlos una sola cosa conmigo, Cristo. No importas si tienes veinte o cuarenta, siempre seremos tus padres. Exhort. 98. Lc 2,19.51).[80]. [345], Anuncio de la Palabra de Dios y los que sufren, 106. [327] La misma Palabra de Dios denuncia sin ambigüedades las injusticias y promueve la solidaridad y la igualdad. 81. [62] Entendida de esta manera, la Sagrada Escritura, aún en la multiplicidad de sus formas y contenidos, se nos presenta como realidad unitaria. En la Pascua, Dios se revela a sí mismo y la potencia del amor trinitario que aniquila las fuerzas destructoras del mal y de la muerte. ¡Felicidades! Pero no has de contentarte con llamar y buscar. [78] En efecto, la Sagrada Escritura nos muestra que el pecado del hombre es esencialmente desobediencia y «no escuchar». II, Const. «Corresponde a los sacerdotes y a los diáconos, sobre todo cuando administran los sacramentos, poner de relieve la unidad que forman Palabra y sacramento en el ministerio de la Iglesia». [296] Quisiera recordar aquí brevemente cuáles son los pasos fundamentales: se comienza con la lectura (lectio) del texto, que suscita la cuestión sobre el conocimiento de su contenido auténtico: ¿Qué dice el texto bíblico en sí mismo? Él, con el sombrero en la mano, por respeto, esperando ver salir a alguien. 1 Ts 5,17) el sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de unos labios que profesan su nombre (cf. Rm 15,4; 1 Co 10,11). Vat. [174] Vemos aquí perfilarse el rostro de la Iglesia, como realidad definida por la acogida del Verbo de Dios que, haciéndose carne, ha venido a poner su morada entre nosotros (cf. Es una relación fecunda, atestiguada ampliamente en la historia de la Iglesia. El silencio de Dios, la experiencia de la lejanía del Omnipotente y Padre, es una etapa decisiva en el camino terreno del Hijo de Dios, Palabra encarnada. En efecto, la vida cristiana se caracteriza esencialmente por el encuentro con Jesucristo que nos llama a seguirlo. De aquí brota la gratitud por los testimonios de vida eclesial en distintas partes del mundo, narrados en las diversas intervenciones en el aula. Por tanto, se deberá poner el máximo cuidado para que en la vida de los seminaristas se cultive esta reciprocidad entre estudio y oración. En un mundo que considera con frecuencia a Dios como algo superfluo o extraño, confesamos con Pedro que sólo Él tiene «palabras de vida eterna» (Jn 6,68). La revelación de Dios Padre culmina con la entrega por parte del Hijo del don del Paráclito (cf. En este sentido, puede ser útil recordar la analogía desarrollada por los Padres de la Iglesia entre el Verbo de Dios que se hace «carne» y la Palabra que se hace «libro». Los salmos cantan esta gozosa certeza: «La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos» (Sal 33,6); y de nuevo: «Él lo dijo, y existió, él lo mandó, y surgió» (Sal 33,9). [163] Así, la interpretación más profunda de la Escritura proviene precisamente de los que se han dejado plasmar por la Palabra de Dios a través de la escucha, la lectura y la meditación asidua. Gracias, mamá, por ser mi sostén, mi consejera y mi mejor amiga. Por otro lado, una auténtica vida de oración hará también crecer necesariamente en el alma del candidato el deseo de conocer cada vez más al Dios que se ha revelado en su Palabra como amor infinito. Entonces te recomendamos estos mensajes de cumpleaños de nuestra web hermana frasesdecumpleanos10.com. [370], 115. Al mismo tiempo, otras procedentes de pueblos profundamente marcados por la fe cristiana emigran a países donde se necesita llevar el anuncio de Cristo y de una nueva evangelización. BOOK.